viernes, 8 de noviembre de 2013

Darkness...




El golpe lo despertó. Yacía en el suelo, totalmente desorientado.

Al levantarse, pudo examinar la estancia: se trataba de un cuarto oscuro, únicamente iluminado por una bombilla. Las paredes estaban llenas de moho, y el suelo estaba encharcado. La pequeña habitación, no tenía puertas ni ventanas. A pesar de lo cochambroso que era el habitáculo, la bombilla del techo, era nueva y reluciente, sin  una sola mota de polvo o desperfecto.

El muchacho se acercó confundido a la pared, y empezó a golpearla, casi sin fuerzas, mientras lloraba. No entendía nada. la angustia se estaba apoderando de el...

El único recuerdo que tenía en su casi vacía mente, era el de una casa en mitad del bosque. Era un recuerdo feliz, mucho. Los arboles, cuyas hojas aparecía mojadas por el rocío de la mañana, las setas en la base...

-Puedes escapar. -Dijo una fría voz.

Se giró asustado, para verse a si mismo, en mitad de la habitación. Era el... pero con una extraña sonrisa de psicópata.

-Puedes escapar. -Repitió.

-¿Cómo...? -Preguntó casi susurrando.

-Con esto.- Respondió, mientras señalaba una soga que colgaba en el centro de la habitación.

-Pero... no quiero morir.- Balbuceó.

-En ese caso, sufrirás.

Y acto seguido, la única bombilla que iluminaba esa oscura y mugrienta habitación, se apagó.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Come what may...




El azar. Una suma de distintas probabilidades que resultan en diversas situaciones. Y una de éstas situaciones fue conocerte. El azar nunca fue tan bello.

Quien me iba a decir a mi, que esa chica que miraba las estanterías del Fnac sería la que pasaría a llenar de felicidad mis días.

Pues si, y eso has ido haciendo desde esa misma noche. Y cada día mas y mas. Hasta llegar a hoy.

No puedes hacerte una idea de lo que has supuesto en mi vida, de lo bien que me siento cuando estoy contigo. Hasta mis amigos notaron el cambio, una felicidad que se echaba ya de menos en mi persona. Te quiero, y nadie va a poder cambiar eso. Lucharé hasta mi última gota de sangre por esto. Y por mucho que nos torpedeen, por muchos rumores que hagan circular, por mucha mierda que quieran soltar por sus sucios orificios a los que llaman boca, por mucho que lo intenten... no podrán con nosotros.

Y cada vez que caigas, yo caeré contigo para levantarnos juntos.

Me da igual todo lo que quieran intentar, nunca romperán la atmósfera que hemos creado, y que seguiremos desarrollando. Hagan lo que hagan, ocurra lo que ocurra... estaré a tu lado, y seguiremos caminando.

Seguiré tratando de demostrarte día tras día, que a pesar de lo poco que llevamos juntos, te quiero más de lo que puedas llegar a imaginar, y que te estás convirtiendo en uno de los pilares de mi vida.

Te quiero, mucho, y nada ni nadie va a impedir que esto siga siendo así.

 -It's time to love, and I don't care-

viernes, 9 de agosto de 2013





I keep looking for something I can't get
Broken hearts lie all around me
And I don't see an easy way to get out of this
Her diary it sits on the bedside table
The curtains are closed, the cats in the cradle
Who would've thought that a boy like me could come to this

Oh I, I just died in your arms tonight
It must've been something you said
I just died in your arms tonight
Oh I, I just died in your arms tonight
It must've been some kind of kiss
I should've walked away, I should've walked away

Is there any just cause for feeling like this?
On the surface I'm a name on the list
I try to be discreet, but then blow it again
I've lost and found, it's my final mistake
She's loving by proxy, no give and all take
'cause I've been thrilled to fantasy one too many times

Oh I, I just died in your arms tonight
It must've been something you said
I just died in your arms tonight
Oh I, I just died in your arms tonight
It must've been some kind of kiss
I should've walked away, I should've walked away

It was a long hot night
And she made it easy, she made it feel right
But now it's over, the moment has gone
I followed my hands not my head, I know I was wrong

Oh I, I just died in your arms tonight,
It must've been something you said,
I just died in your arms tonight
I, I just died in your arms tonight,
It must've been some kind of kiss
I should've walked away, I should've walked away




domingo, 4 de agosto de 2013




Estaban los dos mirándose fijamente bajo la lluvia. EL tiempo parecía haberse puesto de acuerdo. A ambos les gusta la lluvia, y habían hablado de pasear bajo ella en numerosas ocasiones…

Irónico que éste sea su final.

El final de una historia sin acabar.

Acabar el libro arrancándole las hojas y quemándolas mientras lloras por lo que pudo ser y no fue.

Un último beso cerró el telón. Un último beso que aún arde en sus labios, y que se llevó su último aliento.

Condenado a vivir sin alma, sin corazón, sin esperanza…  pues ella se lo llevó.

Sus lágrimas, signo de dolor y de amor.

Sus puños ensangrentados, signo de impotencia y de rabia.




Se despertó en mitad de la noche con una extraña sensación de miedo en el cuerpo. Miró a su derecha, y allí estaba ella. Lo estaba mirando con curiosidad y cariño, mientras sonreía. Ella, al notar el pánico en su mirada, comenzó a cantarle esa canción. Ella sabía lo mucho que le gustaba escucharla cantar.

Entrecerró los ojos, para disfrutar mejor de esa bella melodía, que era apenas un susurro.

Al terminar la canción, notó sus suaves labios en la mejilla:

--…adiós.

Al abrir los ojos, ella ya no estaba.

sábado, 3 de marzo de 2012

Back




Lo primero que sintió al recuperar la consciencia, fue el frío suelo contra su cuerpo.


Estaba aturdido, como si acabase de recibir una paliza. La cabeza parecía estar a punto de estallarle.


Consiguió levantarse al cabo de un rato, y comenzó a intentar averiguar donde se encontraba:


Estaba en lo que parecía el interior de una casa, concretamente un pasillo. El suelo era de frío mármol, y de las paredes colgaban siniestros retratos, de esos que parecen seguirte con la mirada. Al final del pasillo, una puerta entrecerrada, dejaba ver una tenue luz parpadeante; posiblemente de una vela.


Sin muchas opciones, decidió avanzar por el pasillo hasta llegar a la puerta, y averiguar que había al otro lado.


Al empujar la puerta, esta chirrió.


Una enorme sala, que solo albergaba, velas encendidas, una mesa y dos sillas…una de ellas ocupada.


La poca iluminación permitía vislumbrar marcas en el polvo del suelo; hacía poco que esa sala estaba así de vacía.


EL muchacho avanzó hasta la mesa, con una sensación familiar recorriéndole el cuerpo.


Conforme avanzaba hacia la mesa, pudo ver que en ella, había algo: un tablero de ajedrez.


De pronto, todo encajó.


-Vaya…ahora lo entiendo… -Dijo casi susurrando.


El caballero encapuchado que estaba sentado en una de las sillas, frente a él, levantó la cabeza, y mirándole con la oscuridad que formaba su rostro dijo:


-…Cuanto tiempo…¿retomamos la partida?

viernes, 14 de enero de 2011

Bazofia perfecta.

El sencillo despertador empezó a sonar. Las 8:00 ya, hora de levantarse, y empezar otro radiante y hermoso día de primavera.

John, como suele ser habitual en él, lo apagó suavemente. No le molestaba ser despertado bruscamente por un aparato tan ruidoso y molesto como lo es un despertador, todo lo contrario; para él es pura música celestial, marcando la apertura de un armonioso baile angelical entre flores, sirenas y ponis rosas.

Se levantó con esa energía que te asalta en abundancia por las mañanas, y se tumbo, sin remolonear ni un solo instante, en la alfombra de su habitación: era el momento de sus ejercicios matutinos.

John se situaba siempre frente al espejo para hacer sus abdominales. Le encantaba ver ese rostro tan joven, libre de arrugas y sin rastro de ojeras ni legañas; su piel era absolutamente lisa y bella como el mármol.

Tras una serie de cien abdominales seguidos, incluyendo las sonrisas estúpidas y guiños que hacía cada vez que llegaba arriba y se veía en el espejo, que no le llevó más de un minuto (se mantenía en forma), se dispuso a hacer unas flexiones. Su gato le observaba desde la puerta, con absoluto respeto, sin atreverse a allanar la intimidad de su habitación; no fuese a molestar a su dueño mientras hacía ejercicio. Las cien flexiones no le costaron nada, pan comido.

Se incorporó, se quito la camiseta del pijama, y se observó en el espejo, sin poder evitar una sonrisa.

-Mmmm, que bueno estás nene- dijo mientras ponía poses increíblemente sexys, que serían capaces de inundar hasta las más puritanas y exigentes bragas de este planeta.

Se desnudó por completo, y paseándose alegremente por su casa, se dirigió al cuarto de baño para ducharse.

Fue una ducha rápida; con él la tentación de mantenerse bajo el agua caliente durante un largo y agradable periodo de tiempo, no funcionaba. Salió de la ducha, y se secó con la toalla para poder ponerse la ropa interior; los pantalones y la camisa tuvieron que esperar hasta que llegase a la habitación de nuevo.

Bailando alegremente con cada paso que daba, mientras por los altavoces de su mini cadena sonaba ‘Knights of Cydonia’ de Muse, se encaminó a la cocina, para prepararse un delicioso desayuno rico en fibra.

Como se sentía con suerte, le echó valor a la cosa, decidió tentar a la razón y enfrentarse a todas las leyes físicas existentes; colocó un plato en el suelo, mientras que en la mano sostenía una tostada perfectamente recién hecha, con uno de los lados untados en la más sana y rica mantequilla. Acto seguido, soltó la tostada desde bien alto. Como cabría esperar en una situación semejante, la tostada, con total elegancia en la forma de sus giros mientras caía, fue a posarse suavemente en el plato, con la cara que contenía la mantequilla, equitativamente esparcida con gran maestría sobre la tostada (sin duda obra comparable a la del más hábil de los artistas, todo sea dicho) hacia arriba. John sonrió dejando ver su perfecta dentadu…

-¡Venga ya! – dijo el joven mientras cerraba el libro con brusquedad- ¿De verdad los escritores de hoy en día pretenden que nos traguemos estos cuentos chinos? – preguntó a la librera mientras le enseñaba la portada del libro.

-No lo sé, no lo he leído. – Contestó la señora que rondaría los 40- Lo único que se, es que está triunfando entre las jóvenes. – Añadió mientras sonreía- Y yo me estoy haciendo de oro vendiéndolo.