Se despertó en mitad de la noche con una extraña sensación de miedo en el cuerpo. Miró a su derecha, y allí estaba ella. Lo estaba mirando con curiosidad y cariño, mientras sonreía. Ella, al notar el pánico en su mirada, comenzó a cantarle esa canción. Ella sabía lo mucho que le gustaba escucharla cantar.
Entrecerró los ojos, para disfrutar mejor de esa bella melodía, que era apenas un susurro.
Al terminar la canción, notó sus suaves labios en la mejilla:
--…adiós.
Al abrir los ojos, ella ya no estaba.