Estaban los dos mirándose fijamente bajo la lluvia. EL tiempo parecía haberse puesto de acuerdo. A ambos les gusta la lluvia, y habían hablado de pasear bajo ella en numerosas ocasiones…
Irónico que éste sea su final.
El final de una historia sin acabar.
Acabar el libro arrancándole las hojas y quemándolas mientras lloras por lo que pudo ser y no fue.
Un último beso cerró el telón. Un último beso que aún arde en sus labios, y que se llevó su último aliento.
Condenado a vivir sin alma, sin corazón, sin esperanza… pues ella se lo llevó.
Sus lágrimas, signo de dolor y de amor.
Sus puños ensangrentados, signo de impotencia y de rabia.