domingo, 4 de agosto de 2013




Estaban los dos mirándose fijamente bajo la lluvia. EL tiempo parecía haberse puesto de acuerdo. A ambos les gusta la lluvia, y habían hablado de pasear bajo ella en numerosas ocasiones…

Irónico que éste sea su final.

El final de una historia sin acabar.

Acabar el libro arrancándole las hojas y quemándolas mientras lloras por lo que pudo ser y no fue.

Un último beso cerró el telón. Un último beso que aún arde en sus labios, y que se llevó su último aliento.

Condenado a vivir sin alma, sin corazón, sin esperanza…  pues ella se lo llevó.

Sus lágrimas, signo de dolor y de amor.

Sus puños ensangrentados, signo de impotencia y de rabia.